El día de ayer se lanzó Windows 8.1, la actualización de Windows 8 que ha sido el cambio más grande en la historia de este sistema operativo desde 1995.

Para actualizar Windows 8 lo único que se necesita es dirigirse a la tienda de apps y elegir la opción “Actualiza hoy mismo”. Esta actualización no tiene ningún costo para usuarios, pero para el resto de los casos se puede adquirir por 119,99 dólares en su versión básica y 199,99 dólares en su versión Pro y ser instalado desde cero.

Los usuarios pueden sentirse tranquilos al descargar esta actualización que corrige errores de su primera versión, además que el gran ausente y muy extrañado botón de inicio regresa, aunque sólo sirve para volver a la interfaz “Modern”. El resto de las funciones siguen en el panel lateral como hasta el momento.

En Modern, ahora es posible crear “tiles” (íconos característicos de Windows 8) en nuevos tamaños y elegir la versión del SO que se quiere ver al encender el ordenador, ya que quienes prefieran la clásica pueden ahorrarse un paso.

También se puede tener cuatro aplicaciones abiertas al mismo tiempo, sólo hay que arrastrar la aplicación hacia un lado desde la parte superior de la pantalla y elegir el tamaño que se quiere que cada una de ellas ocupe en la misma.

Con esta versión de Windows, Skype ya viene instalado por defecto, así que ya no es necesario descargarlo. La integración de este servicio con otras herramientas es mucho mejor, permitiendo hacer llamadas desde el navegador, siempre y cuando sea Internet Explorer.

Para sacarle mayor provecho a todas las actualizaciones de Windows 8 hay que utilizar sus servicios como Skype, Office o SkyDrive.

Hasta el momento estos son los cambios más notables pero que seguramente irán incrementando a medida que vayamos utilizando Windows 8.1.